Esta hembra humana no podría importarme menos, aunque su ferocidad me intriga.
Debería acabar con su vida con un simple movimiento de mi mano. Un simple giro a su delicado cuello para dejarla sin vida... si no fuera por la bestia primitiva que surge bajo mi carne con una pasión inquebrantable por salvaguardarla a cualquier precio.
Una vez que esté a salvo, mi bestia quiere reclamarla.
Hacerla suya.
¡Hacerla nuestra!
No tengo ningún interés en encadenarme a una compañera. Las hembras sólo sirven para el placer fugaz. Voy a hacer uso de la carne que intercambió por un vuelo a casa y terminar con ella.
Una vez que pruebo a la pequeña y deliciosa humana, un bocado no será suficiente para mí o para mi bestia.
Nota de la autora: Por favor, lee el texto antes de aventurarte. Las abducciones alienígenas no siempre son rosas y sol, pero este libro tiene un final feliz. No hay trampas y el protagonista masculino no abusa de su compañera predestinada. Si no tienes miedo, bienvenido a mi lado oscuro.
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