No se puede decir que la suerte sonriera a Mindy Harmon. Embarazada, sola, no contaba para salir adelante más que con su trabajo de camarera. Y a pesar de todo, no renunciaba a participar en la alegría navideña. Pero lo que no se esperaba era recibir en nochebuena un regalo tan singular como el doctor Reed Atchinson, al que no conocía más que de servirle la cena.
Reed era una rara mezcla. Indudablemente atractivo y humano, pero enfrentado al resto de la humanidad y, sobre todo, militante antinavideño; conocer a Mindy que, con tan pocas posesiones, estaba tan dispuesta a compartir, fue para él una conversión, y empezó a creer que tal vez sí iba a ser capaz de desempeñar puestos para los que se había juzgado no apto, como el de marido, ¿y quizás de padre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
· Lo que quieras encontrar, en los corazones lo hallarás.
· Nada de lo que se encuentre YA compartido y disponible a ustedes, será enviado por mail.
· Si un enlace directo está caído lo puedes buscar en la biblioteca. Lo mismo para las entradas que se encuentren sin enlaces.
· Cualquier problema notificarlo en comentarios o por formulario de contacto y será reparado lo antes posible.
· Si fue por comentario, este será borrado una vez corregido y verificado.