Rafaella está acostumbrada a mandar. Como ingeniera y jefa de proyectos en una plataforma petrolífera no hay hombre que le rechiste. Pero en aquella chatarra que le habían asignado no funcionaba nada y ya se estaba retrasando. Y eso no podía ser, tenía que conseguir su objetivo o estaría en problemas y muy gordos. ¿Quién iba a pensar que el mismísimo Dickson Williamsburg se tomaría unas vacaciones y se pasaría por allí con lo grande que es el mundo? Es que ya era mala suerte. Pues esa mala suerte solo acaba de empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
· Lo que quieras encontrar, en los corazones lo hallarás.
· Nada de lo que se encuentre YA compartido y disponible a ustedes, será enviado por mail.
· Si un enlace directo está caído lo puedes buscar en la biblioteca. Lo mismo para las entradas que se encuentren sin enlaces.
· Cualquier problema notificarlo en comentarios o por formulario de contacto y será reparado lo antes posible.
· Si fue por comentario, este será borrado una vez corregido y verificado.